Por: Luis Ramos
Desde siempre, las Relaciones Internacionales han sido el canal por el cual los países gestionan la cooperación, descubren oportunidades y resuelven tensiones. En la era actual, esta disciplina es esencial para mantener la estabilidad global, impulsar el desarrollo y responder a crisis humanitarias. Hoy, con claroscuros en la política mundial, su papel es más crucial que nunca.
Este año, Donald Trump asumió la presidencia de EE.UU. por segunda vez el 20 de enero de 2025, prometiendo “una nueva era de éxito nacional”. Su regreso genera expectativas y preocupación. Por un lado, el posible énfasis en la diplomacia con Rusia y China puede reconfigurar alianzas tradicionales; por otro, su estilo personalista y su retórica impredecible introducen volatilidad en los acuerdos multilaterales.
Mientras tanto, la guerra entre Rusia y Ucrania sigue escalando. En junio se registró el mes con mayor número de víctimas civiles desde 2022, según la ONU, y Rusia ha intensificado ataques —con drones, misiles y distintos tipos de armas— según denuncias ucranianas. La Unión Europea ha extendidó las sanciones hasta enero de 2026, y Estados Unidos presiona a Rusia para que proponga una “hoja de ruta” hacia la paz. En este contexto las RI se han convertido en la herramienta clave para canalizar sanciones, ayuda militar y humanitaria, así como para fomentar procesos de reconstrucción.
Otro foco crítico es Oriente Medio: tras 21 meses de conflicto, Israel y Hamas negocian un alto el fuego en Doha, han discutido un acuerdo de 60 días que busca la liberación de decenas de rehenes y vías para que llgue la ayuda humanitaria. No obstante, puntos conflictivos como la presencia militar israelí en Gaza y corredores de ayuda todavía no están resueltos. La diplomacia, con mediación de EE.UU., Qatar y Egipto, permanece en el centro de una pausa que millones esperan ver consolidada.
Además, en el plano geopolítico emergen tensiones cada vez más complejas que requieren atención. En el Mar de China Meridional, China y Filipinas protagonizan disputas crecientes por la soberanía de islas estratégicas, lo que mantiene la región bajo una tensión permanente y con la mirada atenta de Estados Unidos como potencia aliada de Filipinas. A ello se suma un hecho relevante que refleja la interconexión de los conflictos globales: Corea del Norte ha intensificado su apoyo militar a Rusia, brindándole municiones y armamento en el contexto de la guerra contra Ucrania, lo que complica aún más los equilibrios internacionales.
En resumen, las Relaciones Internacionales no son hoy una disciplina abstracta, sino una pieza clave para la vida diaria, involocrándose en temas como: el precio de la energía, las rutas de migración, la seguridad alimentaria y nuestra propia estabilidad. En escenarios de incertidumbre y confrontación, el valor de la diplomacia, los organismos multilaterales y los pactos estratégicos se demuestra cada día. Por eso, comprender las RI —¿quién negocia, con qué agenda, bajo qué reglas?— es esencial para entender el mundo en que vivimos.